Por David Scordamaglia
El 10 de junio se celebra en nuestro país el Día de la Seguridad Vial. Esta fecha invita a tomar conciencia acerca de la importancia del respeto a las normas de tránsito y a la promoción de la educación vial como herramienta para la reducción de siniestros.
La fecha fue elegida en conmemoración de la sanción del decreto 26.965/44, mediante el cual se cambió el sentido de circulación de los vehículos que hasta el año 1944 se realizaba por el lado izquierdo (al igual que Inglaterra). A partir de la nueva legislación, se pasó a circular por el lado derecho, forma en la cual se circulaba en la mayoría de los países del mundo.
Aceleró la sanción de la norma el gran incremento del parque automotor proveniente de las automotrices estadounidenses y la creación de puentes y caminos que vinculan a nuestro país con el resto de Sudamérica. Dichos países, ya habían realizado el cambio de sentido (con la excepción de Uruguay, el cual lo dispuso al poco tiempo).
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) cada año se pierde en el mundo aproximadamente 1.250.000 vidas como consecuencia de los siniestros viales, entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales y, a su vez, una proporción de éstos queda con alguna forma de discapacidad permanente. Estas consecuencias en la salud de las personas son consideradas hoy en el mundo una epidemia. En Argentina mueren aproximadamente 5.000 personas al año como consecuencia de los siniestros viales. Según datos de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, las muertes por causa externa -donde se incluyen las defunciones por lesiones de tránsito- representan hoy en el país la cuarta causa de muerte, siendo la principal en personas de 15 a 34 años de edad.
Según ya se conoce, la mayoría de los siniestros viales y sus consecuencias pueden ser evitables si se actúa correctamente sobre sus determinantes. Esto quiere decir, si se interviene sobre los factores que incrementan la probabilidad de ocurrencia de un siniestro y las consecuencias del mismo una vez ocurrido, que abarcan desde la conducta humana hasta las condiciones del entorno, pasando por el estado del vehículo, y el funcionamiento de sus dispositivos de seguridad.
En este contexto, y ante la tendencia creciente de la siniestralidad vial en Argentina, se creó en el año 2008 la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) mediante la sanción de la ley 26.363. Este organismo tiene entre sus misiones la reducción de la tasa de siniestralidad en el territorio nacional, mediante la promoción, coordinación, control y seguimiento de las políticas de seguridad vial, nacionales e internacionales.
Es importante destacar que la seguridad vial forma parte activa de la agenda de nuestro país, posicionándose en la región como un referente en la materia. Aun así, es necesario que toda la ciudadanía se comprometa a respetar las normas viales con el fin de lograr una circulación más segura.
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