VILLA LA FLORIDA: LAS DESIGUALDADES HISTÓRICAS BAJO LA LUPA

30 de septiembre de 2021 > Ejes de trabajo > Promoción Sociocomunitaria

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VILLA LA FLORIDA: LAS DESIGUALDADES HISTÓRICAS BAJO LA LUPA

Desde el Instituto IDEAL nos proponemos estudiar las policitas públicas a fin de entender su funcionalidad y su aporte al proyecto de un desarrollo local a mediano y largo plazo. En esta ocasión nos proponemos analizar el plan de pavimentación que se encuentra ejecutando la gestión de gobierno, enmarcado en un plan maestro que contempla como uno de sus objetivos principales la conexión este – oeste de la ciudad.

Tomaremos como caso paradigmático la localidad de Villa La Florida, en el sudoeste del distrito, como ejemplo testigo que nos permita dimensionar lo realizado, situándolo en su contexto histórico, así como el horizonte de intervención.

Con respecto al acceso al barrio, en Villa La Florida observamos que el acceso a través de Camino General Belgrano y Avenida 844 tuvo fuertes mejoras en los últimos dos años, de hecho, desde la gestión local se consignóque dichaobra fuera una promesa de gestión. La obra en cuestión tiene un avance del 64% y se espera que finalice en los próximos meses.

Por otro lado, lo primero que llama la atención al recorrer el barrio, es la gran cantidad de arterias sin pavimentar. Este aspecto contrasta enormemente con otras áreas del municipio, especialmente con el eje del ferrocarril Roca y los sectores de más antigua urbanización. En este sentido, podría argumentarse que por tratarse de barrios más “nuevos” resultaría lógico que existieran calles en mal estado. Sin embargo, Villa La Florida es una localidad con varias décadas de historia y su grado de consolidación urbana es alto. Se trata, en definitiva, de obras que han quedado enormemente rezagadas y cuya ausencia fue resultando más notoria a medida que esta localidad fue creciendo y prosperando.

Pese a ello, las gestiones anteriores privilegiaron otros sectores de la ciudad, realizando inversiones en tareas de mantenimiento y bacheo. Incluso se han invertido recursos –que, como sabemos, escasean- en repavimentar algunas arterias cuyo estado general era todavía bueno.

Pero, cabe preguntarnos, ¿es el mismo impacto en la calidad de vida de los ciudadanos el mejoramiento del pavimento existente o la reparación de un problema de bacheo que la propia pavimentación de una calle de tierra? En el primer caso se trata de un problema cuantitativo. Efectivamente, mejora la circulación. Sin embargo, en el segundo caso hablamos de un salto cualitativo en la calidad de vida de la población, y fundamentalmente, del acceso a derechos. Se trata del derecho a un hábitat digno que, en este caso, implica realizar las intervenciones urbanas necesarias para garantizar la accesibilidad al barrio de servicios de salud (ambulancias), seguridad (policía), entre otros, sin que el acceso dependa del estado de las calles. Implica poder transitar los días de lluvia sin que se produzcan anegamientos o tenga que verse alterada sustancialmente nuestra vida cotidiana. Implica poder transitar de manera segura a pie o en bicicleta, lo cual es especialmente relevante para determinados grupos poblacionales como la tercera edad, los niños o las personas con movilidad reducida.

Implica también atender una cuestión estratégica relacionada al cambio climático que se está produciendo en nuestra ciudad, que pronostica mayor recurrencia e intensidad de fenómenos meteorológicos adversos.

En definitiva, implica actuar sobre un eje transformador del día a día de los habitantes, a la vez que visibilizar y dar voz a una demanda histórica de los vecinos del barrio.

En el siguiente mapa observamos el desglose de las intervenciones en proceso. Se trata de la pavimentación de 28 calles (en color fucsia):

Fuente: Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra Pública de Quilmes

Por último, cabe reflexionar por qué estos hechos pueden darse ahora, a pesar del fuerte condicionamiento de recursos económicos para hacerlo, y no se dieron en el pasado. Entendemos así que lo verdaderamente novedoso es que la agenda de obras impuesta desde el gobierno municipal fija prioridades en función de los intereses locales reales y sin la injerencia de otros niveles de gobierno, como se observó en el pasado, cuando se destinaron fondos multimillonarios para obras que no resultaban prioritarias para la comunidad local. Un claro ejemplo los constituyen los carriles exclusivos en la Av. Los Quilmes-Calchaquí (Metrobus). ¿Realmente los municipios del conurbano gobernados por Cambiemos en 2015 – 2019 necesitaban esa obra por sobre otras? Por otra parte, ¿será que municipios tan distintos compartían la misma necesidad o simplemente se intentó replicar un modelo sin analizar su área de implantación?

En definitiva, creemos que los quilmeños y las quilmeñas conocen mejor que nadie sus necesidades y no es ni útil ni razonable “importar” soluciones desde otras realidades. Profundizar entonces una agenda participativa que recoja y articule las necesidades y deseos de los ciudadanos y que tenga como eje rector la sostenibilidad en el mediano y largo plazo es la tarea que se inició en 2019 y se debe profundizar.